viernes, 28 de octubre de 2011

Empezar por lo pequeño...


Un asceta meditaba profundamente en su cueva cuando se sintió
molestado por un ratoncillo que se puso a roer sus ropas.
-Márchate estúpido -dijo el ermitaño-. ¿No ves que has
interrumpido mi meditación?
-Es que tengo hambre -contestó el ratón.
-Llevaba más de treinta días de meditación buscando la unidad
con Dios y me has hecho fracasar -se lamentó el ermitaño.
-¡Cómo buscas la unidad con Dios si no puedes siquiera sentirte
unido a mí que sólo soy un simple ratón? -respondió el roedor.

Hasta la próxima...

lunes, 17 de octubre de 2011

La Rosa y el Sapo

A orillas de un arroyo, había una rosa roja muy bella; Se sentía de maravilla por saber que era la rosa más bella del jardín.
Un día comprendió que la gente la miraba sólo de lejos y no se acercaba a ella. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo, muy obediente, dijo;
- Esta bien, si así lo quieres.
Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos.Le dijo entonces:
- Vaya que te ves mal, ¿qué te pasó?
La rosa contestó:- Es que desde que te fuiste, las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual.
El sapo sólo contestó:
- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.

Hasta la Próxima...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Una Enseñanza Socrática


Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:
- Maestro, quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
Sócrates le interrumpió, diciendo:
- ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las tres bardas lo que me vas a decir?
- ¿Las tres bardas?
- ¡Sí! respondió Sócrates-. La primera es la VERDAD...¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdad en todos sus puntos?
- No... Lo escuché comentar a unos vecinos...
- Pero al menos, lo habrás pasado por la segunda barda, que es la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?
- No, en realidad no; al contrario...
- ¡Ah! - Interrumpió Sócrates -. Entonces vamos a la última barda, la NECESIDAD. ¿Es necesario que me cuentes eso?
- Para ser sincero, no; necesario no es.
- Entonces - sonrió Sócrates -, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario...sepultémoslo en el olvido...

Hasta la próxima...