¿Ha escuchado la expresión "Lo haré mañana, sin falta, mañana"?. Muchas personas postergan lo que pueden hacer o saben que deben hacer hoy porque no piensan que saben lo suficiente o que les saldrá del todo bien. La realidad es que no hay una "edad perfecta o especial" en la que se produzca la excelencia o la calidad.
Thomas Jefferson tenía treinta y tres años cuándo escribió el borrador de la Declaración de Independencias de los Estados Unidos. Benjamín Franklin tenía veintiséis años cuando escribió "El Almanaque del Pobre Richard". Charles Dickens tenía veinticuatro años cuándo emprendió sus "Pickwick Papers" y veinticinco cuándo escribió Oliver Twist. Isaac Newton tenía veinticuatro años cuando formuló la ley de la gravedad.
Otro de los grandes peligros es pensar que la creatividad y la inventiva le pertenecen a los jóvenes, te daré algunos ejemplos; Emmanuel Kant escribió sus mejores obras de filosofía a los setenta y cuatro años. Giuseppe Verdi a los ochenta años produjo "Falstaff" y a los ochenta y cuatro el "Ave María". Goethe tenía ochenta años completo su obra "Fausto". Tennyson tenía ochenta años cuando escribió "Crossing The Bar" y Miguel Ángel completo su obra maestra a los ochenta y siete años. A los noventa años el Juez Oliver W. Holmes seguía escribiendo opiniones desde la corte suprema.
El mensaje es ¡APROVECHA EL DÍA!, redime los momentos del ahora, el momento que esperas quizás nunca llegue, el momento que pasó jamás volverá.
Napoleon Hill decía que uno de los principios del éxito es, cuando tengas que hacer algo, hazlo ahora.
Ya lo decía Pablo, el apóstol: "Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos" (Efesios 5:16).
Hasta la próxima.
