miércoles, 6 de abril de 2011
Mirar a las personas como son....
Un profesor de la facultad de medicina, hizo una vez esta pregunta a sus estudiantes:
- He aquí una historía familiar: El padre tiene Sifilis, la madre tiene tuberculosis. Ya tienen cuatro hijos. El primero es ciego. El segundo murió. El tercero es sordo. El cuarto tiene tuberculosis. Ahora la madre esta embarazada nuevamente. Los padres recurren a ustedes para que les aconsejen. Están dispuestos a realizar un aborto si ustedes deciden que deberían,¿qué les dirían?.
Luego que los estudiantes compartieron varias opiniones, el profesor les acomodó en grupos para que tomarán una decisión final. Después de deliberar, todos los grupos recomendaban decir a los padres, que realizarán un aborto.
- Felicitaciones - le dijo el profesor a su clase -, acaban de quitarle la vida a Beethoven.
¿Cuál es la lección que aprendemos de este relato?. El valor inherente de una persona y su potencial no depende del respaldo de los padres o su situación social. Cada persona posee sus propios valores, habilidades y promesas que son parte de su vida. La manera en que tratamos a las personas, o las decisiones que tomamos acerca de ellas, no deberían estar manchadas con el prejuicio que se basa en raza, estatus económico, apariencia o discapacidad. Puede parecer que hablo de lo obvio, pero también si miramos desde la honestidad, podemos sorprendernos si evaluamos la manera de percibir a otros.
Cada persona tiene su potencial para sumar valor a la vida.
Hasta la próxima...............