miércoles, 20 de julio de 2011

La Vida no es una Emergencia...


A pesar de que la mayoría de la gente cree lo contrario, la verdad es que la vid no es una emergencia.

He conocido centenares de personas, a lo largo de los años, que casi han descuidado sus familias, así como sus propios sueños, debido a su propensión a creer que la vida es una emergencia. Justificaban su comportamiento neurótico mediante la creencia de si no trabajaban ochenta horas a la semana, no podrían terminar todo. ¡A veces les menciono que cuando mueran su "nivel de asuntos pendientes" seguirá estando lleno!.

Muchas personas viven con recetarios de ansiolíticos, actúan y se sienten como si tuviesen una pistola en la cabeza y el tirador les exigiese que todos los platos estuviesen guardados y limpios, o todos los mails recibidos con respuesta, o con todas las toallas dobladas y planchadas, o con todas las llamadas realizadas, ¡o si noooooo!, una vez más, la silenciosa suposición era: ¡Esto es una emergencia!, y la verdad es que nadie más que ellos mismos habían creado la presión a la que se veían sometidos.

Nunca he conocido a nadie (yo mismo incluido) que no haya convertido cosas pequeñas en grandes emergencias. Nos tomamos nuestras metas tan en serio que olvidamos divertirnos en el camino y olvidamos concedernos un respiro. Tomamos ciertas preferencias y las transformamos en condiciones para nuestra propia felicidad. O nos damos de bofetadas si no podemos cumplir con los plazos que nos hemos impuesto nosotros mismos. El primer paso para convertirse en una persona más plácida, consiste en tener la humildad de admitir que, en la mayoría de los casos, eres tú quien hace que las cosas sean un problema. La vida habitualmente continuará adelante aunque las cosas no vayan de acuerdo con lo planeado. Resulta útil que no dejes de recordar y repetirte la siguiente frase: "La vida no es una emergencia".