Cuentan que un Neurocirujano llevó su automóvil al taller donde casi siempre bromeaba con el dueño, que era un mecánico muy bueno, pero sin muchos recursos.
- Dime, le dijo el mecánico. - He estado pensando en nuestras profesiones y en que a ti te pagan mucho más que a mí.
- ¿Tu crees?, - le dijo el Neurocirujano.
- Fíjate en lo siguiente - le dijo el mecánico mientras trabajaba en un motor nuevo, grande y complicado. - Chequeo como marcha este motor, lo abro, arreglo las válvulas y lo vuelvo a armar para que trabaje como nuevo. En esencia, los dos hacemos el mismo trabajo, ¿no es verdad?, y sin embargo, a ti te pagan diez veces más que a mí... ¿Cómo explicas eso?.
El Neurocirujano pensó por un momento, y sonriendo con mucha amabilidad le respondió: - Trata de hacer eso con el motor en marcha.
La Envidia (personificada en la imagen de esta nota), en la mitología romana, era la diosa que personificaba la venganza y los celos.
Unas palabras que me enseñaron hace un tiempo dicen así: "Cuando comparas lo que quieres y lo que mereces, con lo que tienes, descubrirás la felicidad". Seneca enseñaba a sus alumnos: "A quien mira lo ajeno, lo suyo propio no le contenta". Francis Bacon dijo: "La envidia no tiene días feriados ni descansa". La envidia que nos hace comparar con los demás en simplemente una tontera, nos disminuye. ¿Cuándo llega la sanidad de esta enfermedad del alma llamada envidia?, llega cuándo dejas de tener celos de otros. Nunca permitas que las cosas que no puedes hacer o tener arruinen la felicidad de lo que haces y tienes. Recuerda que la comparación, hace desdichados o felices a las personas.
Un proverbio Irlandés dice: "Tú debes conseguir tu propio crecimiento, sin importar lo alto que fue tu abuelo". Si te preocupas por lo que piensan otros de ti, tendrás más confianza en la opinión de otros que en la tuya propia. En el siglo III se enseñaba: "Al igual que una polilla roe un vestido, así la envidia carcome a la persona".
Querido amigo, la envidia provee el barro que el fracaso le arroja al éxito. Un gran amigo y maestro, Miguel Ortega Riquelme, me enseño: "Existen muchos caminos a una vida sin éxito, pero la envidia es el más corto de todos, debes saber, que la envidia, como la llama, ennegrece todo lo que no puede destruir".
Hasta la próxima...