jueves, 30 de junio de 2011

Una Hora De Tiempo


Una tarde Llegaba un hombre a su casa despues de una muy larga jornada de trabajo. Al abrir la puerta vio con sobresalto que su hijo lo esperaba, impaciente...

-Papa, ¿cuanto ganas por hora?
El padre dirigio un gesto muy severo al niño y respondió:

-No me molestes que estoy cansado.

-Pero papa- insistia-, dime, por favor, ¿cuanto ganas por hora?

La reaccion del padre fue menos severa. Solo contesto: Veinte mil pesos por hora.

-Papa, ¿me podrias prestar quince mil?

El padre monto en colera y dijo: vete a dormir y no me molestes.

Habia caido la noche. El padre habia meditado lo sucedido y se sentia culpable, y queriendo desahogar su conciencia dolida, se asomo al cuarto de su hijo. En voz baja pregunto al pequeño: ¿Duermes hijo mio?

-Dime, papa-, contesto entre sueños.
-Aqui tienes el dinero que me pediste-, respondió el padre.

El pequeño le dio las gracias, y metiendo su manito bajo la almohada saco unos billetes.

-Ahora ya complete el dinero; tengo veinte mil pesos. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?

¿Comprendemos realmente y diferenciamos lo que es importante de lo urgente?

Hasta la próxima...