miércoles, 12 de octubre de 2011
Una Enseñanza Socrática
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Sócrates y empezó a hablar de esta manera:
- Maestro, quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
Sócrates le interrumpió, diciendo:
- ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las tres bardas lo que me vas a decir?
- ¿Las tres bardas?
- ¡Sí! respondió Sócrates-. La primera es la VERDAD...¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdad en todos sus puntos?
- No... Lo escuché comentar a unos vecinos...
- Pero al menos, lo habrás pasado por la segunda barda, que es la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?
- No, en realidad no; al contrario...
- ¡Ah! - Interrumpió Sócrates -. Entonces vamos a la última barda, la NECESIDAD. ¿Es necesario que me cuentes eso?
- Para ser sincero, no; necesario no es.
- Entonces - sonrió Sócrates -, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario...sepultémoslo en el olvido...
Hasta la próxima...