Cuentan que un viajero se percató de que estaba perdido, quizás por haber errado el camino. Hizo un alto en el primer pueblo que encontró en esa carretera. Al ingresar al pueblo se encontró con uno de los habitantes de ese lugar y sin descender del automóvil le dijo: "Amigo, necesito ayuda, me he perdido".
El pueblerino lo miró por un momento y le preguntó: "¿Sabe usted donde está?"
"Si" - respondió el viajero -. "Vi el nombre del pueblo en la entrada".
El hombre asintió con la cabeza y le hizo otra pregunta: "¿Sabe donde quiere estar?".
"Si", contesto el viajero.
"Entonces usted no esta perdido...simplemente necesita una dirección", contestó el hombre.
Muchos de nosotros estamos en la misma situación que este viajero. Sabemos dónde estamos, muchos, enojados, insatisfechos, tristes, o tal vez alegres, pero también sabemos donde queremos estar, con paz, tranquilidad, satisfacción, viviendo la vida en plenitud y gozo. Al igual que el viajero, no estamos perdidos, simplemente necesitamos la dirección correcta.
Me he dado cuenta que no cuesta mucho encontrar la carretera hacía el éxito y la satisfacción integral, pero para poder alcanzarla, necesitamos enfocar cada día. Tú y yo necesitamos la dirección a seguir hoy. Necesitas un propósito, un "Para que", hago o busco lo que quero.
Recuerda, tu vida no puede ir de acuerdo a un plan, si no tienes ese plan.
Hasta la próxima...