martes, 10 de agosto de 2010

La Efectividad del Coaching Personal


De forma sistemática, el Coaching se destaca por encima de otras fórmulas de formación y desarrollo personal como una herramienta tremendamente poderosa a la hora de provocar cambios de conducta que conducen al incremento del rendimiento profesional, a la potenciación de las habilidades y capacidades personales y a la mejora del nivel de satisfacción con la vida.
La base de la efectividad del Coaching hay que buscarla en su propia naturaleza. Analicemos brevemente que hace de un proceso de coaching bien planteado y dirigido un sistema de crecimiento personal tan efectivo.

Un Coaching bien diseñado ha de partir de la realización de un ejercicio de autoconocimiento, de identificación del estado/situación en la que uno se encuentra.
La investigación que han llevado a cabo profesionales estadísticos han demostrado que los procesos de Coaching más efectivos son los que partiendo desde la conciencia del estado actual de la persona, reconocimiento de las fortalezas y debilidades personales, exploración de lo que funciona y no funciona en nuestras vidas, identificación de las áreas que hay que mejorar y de lo que queremos cambiar en nuestras vidas diseñan un plan de acción basado en la búsqueda del resultado hacía los objetivos personales de la persona (estado/situación deseada).
La conocida secuencia, conocida en la "Curva de Bandura" que nos hablan de la capacitación de la Incompetencia Inconsciente a la Incompetencia Consciente y de ahí a la Competencia Consciente y finalmente a la Competencia Insconsciente inicia su camino en el momento en que la persona se hace consciente de los aspectos de su vida, de su personalidad y del comportamiento que debe mejorar.
El Coaching nos hace Conscientes de nuestras Incompetencias, de aquello que debemos cambiar para mejorar la calidad de nuestras vidas. Tomar consciencia de nuestras áreas de mejora es habitualmente el primer paso de un proceso eficaz de aprendizaje conductual.
Los antiguos sabios siempre han destacado el hecho de conocerse a uno mismo como la clave del crecimiento personal. El auto conocimiento es una de los fortalezas tremendas y básicas de las personas emocionalmente inteligentes.
Los hábitos
El Coaching posee un enfoque radical hacia la acción, hacia el cambio de conducta. A un coach y a su coachee no les importa porqué se ha llegado a la situación que se desea cambiar, simplemente focalizan su atención en qué, cómo y cuándo cambiar las cosas.
El Coaching se centra en romper los hábitos limitantes mediante la creación de nuevos hábitos que eliminen los primeros. Las conductas positivas, las nuevas habilidades mejoradas o desarrolladas sólo tendrán visos de permanencia si esos comportamientos se convierten en hábitos que se realicen sin ningún esfuerzo (competencia inconsciente).
Evidentemente para que una conducta se convierta en hábito requiere durante un tiempo del esfuerzo consciente (competencia consciente) del coachee hasta que esa nueva forma de comportamiento se haya convertido en un hábito.
El compromiso continuado
La investigación ha demostrado que los compromisos de cambio de conducta que se adquieren en público se cumplen con una probabilidad significativamente mayor que aquellos cambios que uno se promete únicamente a sí mismo.
El coach desarrolla, entre otros, un rol fundamental, el papel de público, de testigo, a la hora de que el coachee realice los compromisos de cambio de conducta a los que se compromete en cada sesión. Al coachee le resultaría demasiado incómodo manifestarle a su coach que no ha realizado ningún cambio de conducta de aquellos que se comprometió a realizar.
Las preguntas
Las preguntas son herramientas tremendamente eficaces para dirigir la atención de la mente hacia las respuestas a las mismas. Unas buenas preguntas llevan necesariamente a unas buenas respuestas. Ya lo usaba Socrátes con su método conocido como la Mayéutica, lo encontramos en los diálogos de Platón y los postulados Aristotélicos sobre la búsqueda de la felicidad, pero amigo lector, te cuento que en el libro más antiguo de la Bibia, el libro de JOB, Dios hace 73 preguntas a Job que lo llevan a tomar conciencia de su estado y lo llevan a una vida mucha prosperidad. Sin ir más lejos, el libro registra 282 preguntas en su totalidad que hasta el día de hoy llevan a la reflexión a quien lo lee, si hablamos que las preguntas son el medio por el cuál el coach ayuda a explorar y a ayudar al coachee, creo que tenemos al mejor de los mejores coach en la Biblia.
Otro de los resultados que obtenemos con las preguntas es que crean espacios en la mente de las personas (ej:¿cuántas sesiones de Coaching suelen necesitar los clientes de tal o cual coach para alcanzar resultados extraordinarios?) y la mente no parece descansar tranquila hasta que encuentra la respuesta que llene el espacio creado.
Preguntas enfocadas a la acción ¿cómo lo vas a hacer?, ¿qué necesitas? ponen a nuestro cerebro de forma automática a trabajar hasta encontrar la respuesta adecuada.
Objetivos personales
El hecho de que el coaching personal sea un sistema personalizado (Cuando es coaching personal, otros procesos como coaching de equipos, negocios, requieren de otra metodología)posibilita que los objetivos a alcanzar con el mismo sean objetivos diseñados a la medida de cada persona.
Para el coaching tradicional, la automotivación es un elemento crítico en el rendimiento profesional y un factor determinante del grado de satisfacción con las distintas áreas de la vida. La motivación se dispara cuando los esfuerzos que alguien ha de acometer tienen como recompensa la consecución de sus propios objetivos y de sus aspiraciones más íntimas. Si bien la formación y la motivación fueron importantes en los procesos de cambio, El master Coach Hector Teme enseña que ahora es necesario la transformación, por lo que el coaching debe mirarse y tratarse como un proceso transformativo donde se incorpore el conocimiento más que se adquiera. No es lo mismo, adquirir que incorporar.
En un proceso de formación grupal los objetivos a alcanzar suelen venir predeterminados, y conseguir esos objetivos pueden motivar en una medida muy dispar a los diferentes participantes. En cambio, en el coaching cada cuál decide qué es lo que desea obtener como resultado de ese proceso de crecimiento personal y/o profesional.
Soluciones personales
No siempre las mismas recetas funcionan para todas las personas. Los diferentes rasgos de personalidad, experiencias vividas, preparación y entornos de las personas hacen que no siempre lo que a una persona le funciona le funcione a otra también.
El coaching permite que cada solución a un reto, que el camino hacia la situación deseada, sean los que mejor se adaptan a la idiosincrasia personal.