jueves, 19 de agosto de 2010

¿Que Necesita para Triunfar?


¿Cuál es la primera regla para lograr sus metas?, simple de enunciar, difícil sin un coach de lograr, es esta; No se derrote a si mismo, sea un líder personal. Su enemigo más grande, es usted. Dwight L. Moody dijo en una oportunidad: "Nunca he conocido a un hombre que me ha ocasionado tantos problemas como yo mismo". La victoria más importante en la vida, es conquistarse a si mismo.
Dada esto, me llama la atención la cantidad de cursos, talleres y charlas sobre Liderazgo que hay en el mercado, son enormes. Cada día llegan a mi mail cientos de correos de distintas escuelas y empresas nacionales y extranjeras ofreciendo estos "entrenamientos en Liderazgo", pero desde la mirada, del Liderazgo Integral, creemos que todo proceso de Liderazgo efectivo comienza por el Autoliderazgo. Alguien que no se ha conquistado, que no ha desarrollado su amor propio (no hablo de egos), que no se autorespeta, que no tiene autonomía y que aún no es autosuficiente, no puede ser un buen líder, hay un vació que debe ser cubierto.
Muchas veces es más necesario un cambio de la persona que un cambio de lugar. ¿Porqué?, por la falta de autoliderazgo.
La mayoría de las batallas más importantes que deberás librar en tu vida, están dentro de ti. Y esto me lleva nuevamente a declarar, la falta de un autoliderazgo efectivo, impide que tomes el mando de lo que realmente deseas en la vida. El problema básico, es que gran parte de la humanidad, no está haciendo nada para resolver esta situación.
Nos mentimos a nosotros mismos. Zig Ziglar dijo: "Usted no puede desempeñarse constantemente de una forma que es inconsecuente con la forma en que se ve a si mismo", por lo tanto, ¿cuál es la imagen que tienes de ti?, ¿cómo te ves cuando nadie te ve?, ¿que estás alimentando que ha minado tus sueños?.

Una tarde en la aldea estaban los nietos del anciano cacique de la tribu jugando por las tiendas. En eso, dos de los niños empezaron a pelear: se insultaban y golpeaban. Una de las niñas, al ver lo sucedido, llamó a su abuelo para que los separara.

Apenas llegó, bastó que les gritara por su nombre para que dejaran de pelear. Entonces, llamando a todos, los invitó a sentarse a su alrededor, diciéndoles que quería contarles un secreto. Los niños, interesados, guardaron silencio. Les dijo que él sabía mucho de peleas porque todos los días también las tenía.

Los niños no comprendían, pues era un hombre pacífico: "Abuelo, pero si nunca te hemos visto pelear, ¿cómo dices que tienes peleas?". El abuelo, sonriendo, les aclaró: "Esas peleas son en mi interior y son más peligrosas y dañinas que los golpes. Pero no se sorprendan, pues a todos nos pasa, también a ustedes".

Los niños seguían sin comprender, por lo que preguntaron: "¿Y quiénes están peleando dentro de ti, abuelito?". Él les contestó: "Son dos lobos que hay en mi interior. Uno de ellos es negro, malo y muy poderoso: es el resentimiento, la inferioridad, el miedo, la maldad, la avaricia, la mentira, el egoísmo, la envidia, el rencor, la sensualidad, el dolor, la desesperación y la ira".

Los niños se miraban atemorizados ante tal descripción, pero el abuelo los tranquilizó: "El otro lobo, en cambio, es blanco, bueno y también muy poderoso: es el perdón, la paz, el amor, la bondad, la alegría, la gratitud, la sencillez, la esperanza, la serenidad, la humildad, la comprensión, la sinceridad, la misericordia y la generosidad".

Los niños cambiaron su rostro. Entonces el abuelo concluyó: "Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la Tierra".

Los niños se quedaron pensativos por unos instantes y uno de ellos preguntó: "¿Y cuál de los lobos crees que ganará?". El viejo cacique respondió simple y seriamente: "El que tú alimentes".

Hasta la próxima.