El escritor francés Victor Hugo, en su famosa obra "Los Miserables", cuenta la historia de Jean Valjean. El crimen de Valjean fue el robo de un pedazo de pan para alimentar a los hijos de su hermana que estaban pasando hambre. Por este crimen, Jean Valjean, pasó diecinueve años en la cárcel y luego fue echado a la calle sin un peso en los bolsillos. Por este pasado, era incapaz de encontrar trabajo, lo despreciaban por ser un "ex-convicto". En su peregrinar, Valjean llega a la casa de un anciano obispo que le da de cenar y le permite dormir en su casa. Le sirve la comida en bandejas de plata y adorna con candelabros que claramente Jean Valjean reconoce como valiosos.
Aprovechando la noche, y cediendo a la tentación, Jean Valjean roba la platería del obispo y huye de esa casa por la noche, pero la policía lo atrapa y lo trae de regreso al lugar que había robado. Cuando los policías le muestran las bandejas de plata al obispo, él le dice al policía:"Es que yo se lo regalé", y luego volviéndose hacía Jean Valjean le dice:"Hijo, olvidaste llevarte los candelabros". Jean Valjean, no cabía en su asombro y por siempre agradecido, acepta los candelabros más que valiosos objetos de plata, como expresión de "amor sin medida" de alguien que veía con los ojos del Quijote. La acción del Obispo produjo en Valjean un sincero arrepentimiento y una vida transformada.
Te desafió a una acción, ¿Quién sabe si alguna persona podrá quedar impactada positivamente por su acción de bondad y amor el día de hoy?. Lo que para ti puede ser poco, a los ojos de alguien que necesita ser considerado puede ser transformador.
Hasta la Próxima...